120 coches eléctricos circulan por Bilbao

A los modelos 'a pilas' les barren los de combustión, pero la DGT lo considera una «tendencia al alza»
En primavera abrirá la primera 'electrolinera' de la ciudad y hay puntos de recarga en seis parkings. «Sin necesidad, no hay red», dice el sector.
Los coches puramente eléctricos y los híbridos de gasolina son el pilar técnico sobre el que se trabaja para ofrecer una movilidad más ecológica en el siglo XXI, pero no son para todo el mundo. La primera condición para disfrutarlos es tener un sitio en el garaje de casa, o cerca del domicilio, para poder cargarlos. Además, todavía siguen siendo caros, no hay utilitarios de 10.00 a 15.000 euros, nos situamos en precios que rondan los 20.000. Se rentabilizan con el ahorro de combustible y exigen altos kilometrajes, la mayoría en ciudad y alrededores, para amortizarlos.
Y como tienen una autonomía limitada, hasta 250 kilómetros oficiales y unos 150 a 170 en condiciones reales, dependiendo de las variables atmosféricas, eso sí, no pueden cumplir como coche único de la familia desde el momento en que no sirven para hacer largos viajes. Por último, tampoco son la solución idónea para aquellas personas irritables o con los nervios a flor de piel, pues les puede causar una angustia comprobar que la batería se ha agotado.
Así las cosas, es un mercado en tímida evolución. Compitiendo con los vehículos convencionales de combustión, 120 coches eléctricos circulan a día de hoy con normalidad por las calles de Bilbao y unos tres centenares por toda Bizkaia. Según datos de la delegación en la villa de la Dirección General de Tráfico consultados por este periódico, sólo el año pasado se matricularon 118 turismos de este tipo en el territorio, frente a los 2.400 de toda España. Se trata de una cifra muy modesta que no permite constatar ni de lejos un cambio de mentalidad entre los vizcaínos, un cambio de chip que se antoja más complicado que el propio desarrollo tecnológico. De hecho, los modelos ‘a pilas’ suponen un 0,04% del parque automovilístico vizcaíno, donde hay 658.000 vehículos de combustible matriculados entre turismos (497.000), motocicletas (50.000), autobuses (1.764) y camiones y furgonetas (87.000).
Ayudas al consumo
Haría falta algo más que un milagro para alcanzar el objetivo marcado en 2009 por el Gobierno vasco, que preveía que a estas alturas estarían circulando 41.000 coches eléctricos por las carreteras vascas, el 10% del total. No obstante, la DGT considera que esta modalidad de turismos que ofrecen una alternativa para romper el círculo vicioso del aumento del tráfico y la polución «va ganando impulso». Hace cinco años, en 2011, los coches eléctricos comenzaron a incluirse en las estadísticas. Entonces se registraron 28 en Bizkaia; 94 lo hicieron en 2012; 46 en 2013 y 125 al año siguiente, casi cinco veces más que en 2011. Los planes del Ministerio de Industria para impulsar la compra, con ayudas que van de los 2.700 a los 5.500 euros, han tenido mucho que ver, sin duda, en este paulatino incremento. Aunque la caída de los precios del petróleo puede crear dudas sobre su viabilidad y rentabilidad futura, «los eléctricos han venido para quedarse», considera Adolfo Peñaranda.
El jefe provincial de la DGT sugiere observar los países que más apuestan por este mercado -Estados Unidos, Holanda, Noruega, Suecia y Japón-, además de tener en cuenta que la mayor parte de fabricantes de automoción venden en la actualidad algún modelo eléctrico cuando hasta hace pocos años sólo se comercializaba el Smart, la Vito eléctrica y algún coche noruego. «El eléctrico puede ser el segundo coche de la casa, el que se utiliza de lunes a viernes para ir y volver al trabajo», advierte Peñaranda. Y también la herramienta ideal para flotas de taxis y reparto de mercancías en las ciudades.
En Noruega estos vehículos no pagan peajes en las autopistas, aparcan gratis y hasta circulan por el carril bus sin miedo a las multas, además de gozar de ventajas fiscales. Poco que ver con Bilbao, donde, de momento, sólo existe la intención de que paguen menos OTA. Además, la infraestructura, al igual que la demanda, no es para tirar cohetes. En la villa hay seis puntos de carga ‘normal’, en los que el proceso de llenado de la batería se completa en seis horas. Ninguno de ellos está en una gasolinera tradicional, sino en aparcamientos -el del Ensanche, Zabalburu, Azkuna Zentroa e Instituto Unamuno y en los de los supermercados de Eroski de Bolueta e Indautxu-, según datos de Ibilek, la empresa gestora de carga de vehículos eléctricos que pusieron en marcha el Ente Vasco de l a Energía (EVE) y Repsol.
En primavera la capital vizcaína contará con la primera ‘electrolinera’ junto a la parada de taxi en Begoña. Aquí el conductor de un coche eléctrico podrá cargar la batería sobre el 90% en aproximadamente media hora a tres cuartos de hora. «Al no haber necesidad no hay red, y sin red no aumenta la demanda», consideran en el sector.
En Bilbao lleva dos años operativo un taxi 100% ‘verde’. Se mueve en las mismas horas que sus homólogos convencionales. Hace menos ruido y no echa humo por el tubo de escape. Aunque los atascos los sufre igual.
Fuente: Itsaso Álvarez para El Correo