top of page

Estos son los 70.000 kilómetros de vías para bicicletas que habrá en Europa

Ir en bicicleta no es sólo una cuestión económica, es el reflejo de un cambio lento pero constante de mentalidad.

La bicicleta es un compañero inseparable del hombre desde hace mucho antes de que éste decidiera dejarse una larga barba y se pusiera improbables pantalones estrechos y cortos. Desde que Vittorio De Sica nos mostrara el drama que suponía el robo de una bicicleta en la postguerra, las cosas han cambiado mucho y después de años de esnobismo motorizado, en Europa las dos ruedas a pedales viven una segunda juventud, volviendo a ser la bicicleta una representación de estatus que vale la pena lucir. Pero, sobre todo, sigue siendo una fantástica manera de moverse y explorar un territorio para los que no quieran limitarse a admirar el paisaje desde fuera y quieran formar parte de ello, mostrando un total respeto al medio ambiente.

La bicicleta es, además de una alternativa sostenible de transporte, un modelo de movilidad en auge. En Europa se venden cada año alrededor de 20 millones de bicicletas. Un número creciente de alemanes, holandeses, franceses, ingleses e irlandeses elige las dos ruedas para su movilidad urbana. En Alemania siete millones de turistas del pedal generan un volumen de negocios de nueve millones de euros al año. En Holanda el número de bicicletas se ha convertido incluso en una especie de emergencia, hasta el punto de que la ciudad de Ámsterdam está planeando la construcción de un parking-bicis bajo el agua.

La bicicleta, un beneficio medioambiental y para la salud

Ir en bici no es sólo una cuestión económica, es el reflejo de un cambio lento pero constante de mentalidad. El 50% de todos los desplazamientos efectuados en los centros urbanos es inferior a los 5 km, con lo que moverse con un vehículo motorizado supone, a menudo, un exceso medioambiental, un gasto económico y una incomodidad urbana.

Los ciudadanos conocen esas desventajas, así que donde existe una integración entre carriles preferenciales, aparcamientos, vagones y espacios dedicados en el transporte público, la bicicleta se convierte en el vehículo más práctico, rápido y económico. Cuando las autoridades públicas participan en la promoción de este tipo de medio, la ciudadanía responde con entusiasmo, con el medio ambiente y la salud que gozan del beneficio resultante.

Práctica, rápida, económica y limpia El 50% de todos los desplazamientos efectuados en los centros urbanos es inferior a los 5 km con lo que moverse con un vehículo motorizado supone, a menudo, un exceso medioambiental.

Ante el auge del uso de la bicicleta en Europa, la Federación Europea de Ciclistas, con la colaboración de la Unión Europea, ha creado EuroVelo. Esta red de rutas ciclistas por Europa une en 15 recorridos 46 países. Los creadores de esta iniciativa esperan tener completamente acabado el proyecto en 2020.

Cualquier ciclista, o habitante de una zona por la que pase alguna de estas rutas, puede compartir su experiencia. La página ofrece información práctica sobre los países que cruza una vía, para que la ruta se adapte a cada usuario.

EuroVelo, además, divide las rutas en tres tipos: las materializadas, secciones de alrededor de 50 kilómetros señalizados y cuya información está disponible online; no realizadas, tramos propuestos por usuarios que aún no están completados o que son demasiado complejos; y planificados, rutas puramente hipotéticas entre dos puntos.

Autopistas verdes para ciclistas

Frente a este éxito continental no podían faltar los grandes proyectos infraestructurales diseñados para la bicicleta y, así como la motorización masiva dio lugar al nacimiento de las autopistas, la ciclitización de masa está provocando el nacimiento de carreteras rápidas dedicadas a los ciclistas. La Radschnellweg (RS1) es una verdadera autopista para bicicletas larga 21 km, entre Essen y Duisburg, en el corazón de la Ruhr.

Se trata del primer tramo de una ruta de un centenar de kilómetros que en 2020 conectará a diez ciudades en un área donde viven casi seis millones de personas. La RS1 mide cinco metros de ancho, no tiene cruces ni pasos zebra y goza de una iluminación mínima garantizada y de un mantenimiento programado (sobre todo en invierno por la nieve y el hielo).

Además, una línea de árboles protege a los ciclistas de los movimientos de aire y de los deslumbramientos en los escasos tramos que bordean las carreteras. Cuando esté acabado, este super carril bici será completamente llano, no tendrá interrupciones de ningún tipo o curvas peligrosas y no conectará solamente las ciudades, sino también los puntos de interés que están dentro de ellas. Por tanto, desde la RS1 será posible llegar directamente, y sin pisar el territorio de los coches, a la mayoría de las escuelas, centros comerciales y oficinas públicas y privadas.

La era de la ciclitización

El fenómeno no es sólo alemán. El alcalde de Londres ha establecido una inversión de mil millones de euros para la realización de dos bike highways que conectarán los ejes este-oeste y norte-sur de la ciudad.

La RS1, una autopista verde Este super carril bici será completamente llano, no tendrá interrupciones de ningún tipo o curvas peligrosas y no conectará solo ciudades, sino también puntos de interés En Dinamarca ya existe una Bike-Bahn de veinte y dos kilómetros que conecta la capital con Albertslund. La carretera está diseñada para reducir los cruces y las paradas, con semáforos sincronizados con la velocidad media de pedaleo. Los daneses además tienen prevista la creación de nuevas vías expresas para bicicletas por un total de 300 km.

Por último, no podían faltar los Países Bajos, que están llevando a cabo la construcción de vías rápidas para bicicletas de unos 60 km en la región oriental de Twente, en la frontera con Alemania.

Fuera de Europa, un gran ejemplo reside en Corea del Sur,donde mataron dos pájaros de un tiro con la construcción en medio de una autopista de un carril bici de unos treinta kilómetros cubierto con paneles solares que producen energía limpia y también protegen a los ciclistas en caso de lluvia.

La bicicleta eléctrica se dispara

Es cierto que Dinamarca, Holanda y Alemania son tierras planas, por lo que es fácil hacerse el ciclista ecologista sin ser precisamente unos Bahamontes. Sin embargo, la realidad es que estas infraestructuras se han diseñado especialmente para las bicicletas eléctricas, un sector en clamorosa expansión en los últimos años, gracias también a los incentivos públicos a la compra.

En toda Europa se adquieren 62 bicicletas eléctricas por cada coche eléctrico vendido y en China se estima que ya circulen unos 150 millones. Estas cifras parecen justificar el creciente interés de los principales fabricantes de automóviles para la movilidad sostenible sobre dos ruedas.

La movilidad sostenible, de hecho, ya es un negocio bajo varios puntos de vista, siempre y cuando, claro está, sea apoyada por políticas que la fomenten. Ya no es un mundo ocupado sólo por almas cándidas o radical chic de la ecología. Así que habrá que mantenerse preparados y ágiles para que el cambio de modelo de desarrollo y de consumo no nos coja desprevenidos y pedalear es una excelente forma de empezar.

Fuente: Alberto Barbieri para La vanguardia.

GRUDILEC

CATEGORIAS

DESTACADOS

TAGS

No hay tags aún.
bottom of page