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Revolución en la movilidad urbana: así está siendo aparcado el coche propio

Pedalear o alquilar una moto eléctrica por diez minutos para ahorrarse un atasco. Son dos posibilidades que nos brindan las nuevas facilidades de transporte, que se apuntan a lo digital. Lea y descargue aquí la revista Catalunya.

Hasta los acérrimos defensores de la utilidad del coche privado para ir a cualquier parte, hace algunos años que ya no lo pronuncian en voz alta; especialmente cuando se trata de moverse por las grandes ciudades. Los atascos, los problemas para aparcar, la concienciación medioambiental, la crisis y, en el futuro, los impuestos e incluso la ley -Ada Colau ha anunciado que a partir de 2018 los coches diésel de más de 20 años de antigüedad no podrán circular en el área metropolitana-, están complicando las cosas a quienes no saben vivir sin su coche y se han negado siempre a utilizar el transporte público. La ventaja para ellos es que las grandes ciudades cada vez ofrecen más soluciones de movilidad; tanto privadas, como públicas. En realidad, con la crisis económica, unido a una subida del desempleo y la pérdida de población durante los últimos años, ha surgido esa necesidad, por parte del ciudadano, de buscar alternativas más eficientes al transporte tradicional y esto explica que en 2012 se vivieran las horas más bajas del transporte público y privado, ya que su uso descendió de forma muy significativa. De hecho, el uso del transporte público en el área metropolitana de Barcelona registró un mínimo histórico, que no se veía desde 2005, además del vehículo privado que tampoco se veía desde 2001.

Sin ir más lejos, este mes Barcelona estrena un nuevo modelo. Se trata de Ecooltra Motosharing, un servicio de alquiler de motos eléctricas que permitirá a los usuarios alquilarlas por minutos. Se trata de "un medio de transporte de trayecto corto, complementario al Bicing, al taxi o al transporte público", asegura el CEO de Cooltra. Timo Buetefisch explica que "es un servicio para personas que no tienen vehículo propio", ya que "la tendencia es que cada vez más, lo comparta buscando medios de transporte más asequibles". Es una iniciativa promovida por la compañía catalana de scooters Cooltra, que ha llevado a cabo una inversión inicial de 1,5 millones de euros y que iniciará su actividad con una flota inicial de 250 vehículos distribuidos por toda la ciudad que se podrán reservar a través del móvil, a un coste de 24 céntimos por minuto.

Cooltra ha escogido Barcelona como prueba piloto para lanzar su servicio de motosharing, que prevé expandirse a ciudades como Madrid, Milán o París, porque "ofrece 300 días de sol al año y esto favorece mucho el servicio", cuenta Buetefisch. Un servicio, que puede ser un sustituto al transporte tradicional para trayectos en los que el usuario necesite moverse con rapidez; en Madrid se realiza a través de smart eléctricos. A propósito de esta alternativa de transporte de la capital, Buetefisch confiesa que es su "referencia en lo que es el carsharing". La apuesta de Barcelona es una flota de vehículos totalmente eléctricos que incorporan un geolocalizador y un ordenador que regula el funcionamiento y centraliza todas las operaciones mediante una aplicación móvil. Desde ella, se puede tanto reservar, como poner en marcha la moto, como pagar el servicio y localizar los vehículos más próximos.

Sin embargo, lo más llamativo de esta idea de negocio es que todas las motos podrán ser devueltas en cualquier aparcamiento que se encuentre dentro de una zona de devolución de 40 kilómetros cuadrados. Claro que alguno podrá pensar que puede tratarse de una prestación muy similar al Bicing, pero la verdad es que presenta un rasgo distintivo y es que Timo Buetefisch aclara que la moto de eCooltra "la puedes dejar donde quieras, y no en un punto concreto". De esta manera, eCooltra podrá plantar cara al reto del tráfico, además del de la contaminación en las grandes ciudades. No obstante, a pesar de que Cooltra ya mantenía en la ciudad un servicio de alquiler y renting de motos de gasolina, Buetefisch reconoce que "el negocio puramente eléctrico no es rentable hoy en día", básicamente porque "el cliente no está suficientemente concienciado con el servicio eléctrico, dado que hay muy poco conocimiento y la disponibilidad de motos eléctricas es todavía escasa".

Del pedaleo al motor

El salto de Cooltra en Barcelona llega tras una larga y duradera relación de la ciudad con las dos ruedas, que va a más. Nadie que visite la Ciudad Condal pasará por alto el servicio de bicicletas de uso compartido Bicing, que desde hace años permite cubrir los pequeños trayectos diarios siendo un complemento ideal al transporte público de la ciudad.

En este sentido, el Ayuntamiento ha anunciado una inversión de 32 millones de euros en tres años que triplicará la actual red de carril bici previendo que llegue hasta los 308 kilómetros en el año 2018. Además, cabe añadir que se prevé incrementar en un 23 por ciento las plazas de aparcamiento para bicicletas en superficie hasta llegar a las 30.000 y los aparcamientos subterráneos, donde se ubican los modelos eléctricos, que se incrementarán un 29 por ciento más respecto a las que hay actualmente, alcanzando las 1.500 plazas. De hecho, a finales de 2014, desde que se estrenó la red de Bicing eléctricos con 300 unidades, actualmente ya hay 41 estaciones de recarga en el interior de aparcamientos y 5 estaciones en superficie repartidas por puntos estratégicos de la ciudad.

Este plan pone de manifiesto cómo Barcelona apuesta cada vez más por un medio de transporte más sostenible y eficiente, como es la bicicleta, que de forma alguna ayudará a reducir las 3.500 muertes prematuras que se producen cada año en el área metropolitana relacionadas con la contaminación atmosférica. Otras ciudades como Girona, también mantiene un amplio sistema de alquiler de bici, ya que cuenta con hasta seis empresas que se dedican a dar servicio. Un ejemplo es Girocleta, un servicio que pone a disposición el Ayuntamiento para sus ciudadanos que permite a sus abonados disponer de bicicletas para trayectos urbanos en diferentes estaciones que se encuentran repartidas por toda la ciudad. Otras ciudades más pequeñas como Sant Andreu de la Barca con 30.000 habitantes, también ofrece este servicio a través de BiciSab, que dispone de un parque de 60 bicicletas y siete estaciones.

El taxi o el coche compartido, en tu móvil

En los últimos años no sólo ha cambiado la estética de las ciudades con la puesta en marcha de multitud de puntos de recogida de bicicletas. También ha cambiado la manera de pedir un taxi, de alquilar un coche o de buscar una plaza de parking.

Las aplicaciones móviles de taxis como Hailo o My Taxi dan la posibilidad de efectuar el pago del trayecto a través del móvil sin necesidad de disponer de tarjetas o efectivo. No obstante, estas prestaciones tan sólo se ofrecen por el momento en Barcelona y Madrid, así como municipios de los alrededores. De hecho, Hailo prevé expandirse este 2016 en Cataluña más allá de las localidades del área metropolitana de Barcelona en las que se ubica actualmente. Así lo explica la directora general de Hailo en Barcelona, Mar Pallàs. De hecho, la aplicación logró un crecimiento el año pasado del 200 por ciento y durante los días de celebración del Mobile World Congress (MWC), Hailo logró incrementar en un 129 por ciento la demanda de taxis a través de su aplicación. Esta subida se puede explicar, principalmente, por la coincidencia con las huelgas convocadas por los trabajadores públicos del TMB y en parte también porque la competencia en este sector viene favorecida por la prohibición del funcionamiento de UberPop a finales de 2014, después de que una orden judicial declarase el cese de sus actividades en España.

La otra alternativa es hacer uno mismo de taxista alquilando un coche por horas. La compañía que ofrece este servicio en Catalunya es Avancar, que permite realizar todos los trámites también desde el móvil: reservar un vehículo o ampliarla. Es un servicio que, por ejemplo, sirve para ahorrar en combustible, gastos del seguro, kilometraje..., ya que lo asume la propia empresa. El cliente paga una cuota anual y después el coste de cada hora de alquiler. En el precio se incluye el carburante.

En España sólo se ofrece en Barcelona y Madrid, pero el servicio se puede utilizar por toda la península, además de en Andorra y Portugal. Aunque en Barcelona por el momento sólo opera Avancar, en Madrid también dan este servicio compañías como Respiro o Bluemove.

El parking, en la mano

Esto en cuanto a la posibilidad de compartir el coche, pero, ¿y si debemos aparcarlo? En este sentido, a veces nos encontramos ante la situación de que circulamos con nuestro coche por la ciudad y nos pasamos horas y horas para encontrar una zona donde poder estacionar el coche.

Pues bien, también hay alternativas a la hora de buscar aparcamiento. Una de ellas es Wazypark, una app muy innovadora que avisa automáticamente cada vez que uno de sus usuarios deja una plaza libre, ya que la geolocaliza y la ubica en el móvil sobre un mapa.

De esta manera, esta aplicación ofrece un servicio que consigue dar solución a la hora de ahorrar tiempo para encontrar alguna plaza de parking vacía por la ciudad. Actualmente, la aplicación de creación 100 por ciento española, centra gran parte de su actividad en Barcelona y Madrid, además de Valencia y Cádiz. Wazypark ya cuenta con 700.000 usuarios y se trata de una modalidad de aparcamiento social donde la comunidad de usuarios genera toda la actividad, ya que en función de la localización del usuario, la app va detectando los espacios para aparcar que se van quedando libres. La oferta de este tipo de aplicaciones es tan amplia que además de Wazypark, también otras apps como Wesmartpark, el conductor busca a través de la app el parking que le queda más cerca y, con una simple pegatina, efectúa el pago de forma online, sin necesidad de guardar ningún ticket.

Fuente: Javier Cumellas


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